No hay que constantemente
repetir que la sociedad dominicana atraviesa una crisis a todos los niveles, un ejemplo de esto es el enfrentamiento protagonizado a inicios de semana en la
provincia Barahona entre un conductor y
varios agentes de Amet.
Al analizar esta situación podemos deducir que
nos falta poquito para igualarnos en autoridad, tanto los militares como civiles, puedo dar fe de
los constantes operativos que llevan a cabo los agentes con los
conductores en muchos de los casos con toda razón conforme establecen los acápites de la
institución y para lo que fue creada.
Es una
realidad que de tanto caer una gota de agua en una piedra terminará por hacer
un hoyo, es lo que alude al ciudadano Tomás David Sánchez, quien alega que estaba
cansado de que varias veces los agentes estuvieran haciendo operativos solo
por molestar y que a él lo detuvieron en más de una ocasión. Esto no es razón para
llegar a donde terminaron él y un agente
de Amet, por tanto esta acción debe ser condenada.
A principios de
semana se rebosó la copa en el momento que Sánchez fue detenido y, según testimonios, le fue chocado su carro en una de las puertas, a raíz de esto el ciudadano molesto y armado hizo que prontamente comenzaran
las tensiones entre los involucrados y demás presentes.
A esto quiero
decir, a más del 90% de las personas que han querido apoyar, justificar y hasta aplaudir la acción de Sánchez, primero, si
fuera en otro país como Francia, China,
Estados Unidos u otra nación con verdaderas leyes, ese enfrentamiento no
llegaría hasta donde vimos. Segundo, en el hipotético caso de que solo llegara a suceder una cuarta parte de lo visto, hoy el
ciudadano Sánchez fuera estadística en la morgue de la región y acaparara
titulares principales en los medios de comunicación y no de la mejor manera
por querer jugar al guapo en contra de la
autoridad.
Tercero, con
los ánimos que tenía este ciudadano, molesto y vociferando cuantas cosas le
llegara a la cabeza, no era momento para
que llegara un agente de Amet a querer apagar el fuego con combustible, desafiando
a Sánchez de manera provocativa quien minutos antes hasta pistola tenía en
mano.
Confío en que
a este agente, como a muchos otros, los
entrenamientos no le quedaron muy claro a la hora de lidiar con este tipo de
situaciones, está dicho en la historia, como un soldado va y se le para enfrente al
taque o como se diría en el argot popular "cuando el río suena es porque agua
lleva”. No se puede actuar así ante una histeria. ¿De qué ha servido formarse?
Cuando las autoridades empiecen a entender, en especial las que manejan las calles
y tratan de manera directa con el ciudadano común, que actualmente el horno no está para galleticas, aunque hemos avanzado en otros
aspectos, hace falta educación por parte de la sociedad y disciplina por parte de las
autoridades. Hasta que eso no se aplique, esos cambios de manera correcta, veremos escenas como estas por mucho tiempo y con
distintos finales.
A Sánchez le puedo aconsejar que, en un futuro o en otro lugar piense en su
integridad antes de querer sublevarse con
otra persona, más cuando sean autoridades y que por ley estar armados, esto no
se puede aplaudir, para su suerte solo lo galardonaron con dos meses de prisión preventiva quizás más
tarde una fianza y para la calle, te pudo ir peor Sánchez.
Por su
accionar o menos que eso lo hubiesen tomado como tiro al blanco, hay pruebas de
cómo se dio todo, este incidente le pudo haber
costado la vida, en tanto un agente nunca puede igualarse en autoridad ni en medir fuerza con un civil,
esto puede costar caro aunque quisiera preguntarle al Amet como se dice en Francia
“Tendre l’autre joue – ¿pondría la otra mejilla.?
nirosso1603@gmail.com
Esto se embromó.
ResponderBorrar